Desmontar muebles, hacer cajas, vivir entre dos casas y, a todo ello, hay que sumar el papeleo. Una mudanza no es un proceso sencillo, pero planificarla ayuda a sobrellevarla. En este artículo te contamos cómo puedes gestionar los contratos energéticos para resolverlos lo antes posible.

¿Dar de alta los suministros o cambiar de titular?

Al mudarte a una nueva vivienda puedes encontrarte con dos situaciones:

  • Los suministros no están establecidos. Bien porque los anteriores inquilinos los dieron de baja o porque al ser una casa de obra nueva hay que darlos de alta por primera vez. En ese caso deberás ponerte en contacto con la comercializadora con la que quieras contratar la luz y el gas.
  • Hay suministros pero el contrato no está a tu nombre. Si ya los suministros están activos solo habrá que pedir la modificación del responsable de la luz y el gas. Este cambio de titular se puede tramitar por teléfono, de forma online o en una tienda ya sea la empresa Endesa, Naturgy, Repsol o cualquier otra. Solo haciendo este cambio de titular podrás solicitar después cambios de tarifas o comercializadoras. El trámite del cambio de titular es habitual también hacerlo por el fallecimiento del titular, todas las comercializadoras como Endesa o Iberdrola deben hacerlo.
Una vez que el nombre del nuevo inquilino figure en los contratos de la luz y el gas se podrán hacer cambios. El consumidor debe tener en cuenta sus necesidades energéticas y hacer una comparativa de las comercializadoras eléctricas para ver cuál es la modalidad que te ayudará al ahorro económico. Así que cuando ya has decidido que la discriminación horaria es la mejor tarifa para ti, entonces podrás comparar los precios de las tarifas de luz y gas de 2020 que sean de ese tipo. Para comparar las tarifas de luz y gas puedes utilizar un comparador, una herramienta sencilla y gratuita que está disponible en internet.

¿En qué fijarte a la hora de contratar una tarifa de luz o de gas?

A continuación, te explicamos varios factores a los que deberás prestar una atención especial si no te quieres equivocar en tu elección de tarifas:

  • Definir tus necesidades: ya lo hemos mencionado anteriormente pero es necesario volver a subrayarlo. Solo si tenemos en cuenta la superficie de nuestra vivienda, sus habitantes, los aparatos eléctricos que la forman y sus horas centrales de consumo podremos buscar una tarifa adecuada para nuestro consumo.
  • Potencia: la potencia contratada es el precio fijo que se paga en las facturas, si no se calcula bien podemos quedarnos cortos (saltan los plomos continuamente) o pasarnos y pagar de más por una capacidad que no necesitamos. Por ello, es importante asegurarnos de cuál es la potencia para nosotros porque a más potencia más cara será la tarifa. Podemos pedir asesoramiento a las comercializadoras para ello o consultar esta noticia.
  • Permanencia: algunas tarifas de luz o gas conllevan una cláusula de permanencia, esto quiere decir que el usuario no podrá rescindir el contrato y cambiarse a otra tarifa o comercializadora si no abona un porcentaje de dinero. Lo cual limita las posibilidades de ahorro de los consumidores.
  • Cuidado con los servicios extra: no es inusual que al contratar una tarifa esté incluido algún servicio extra de regalo, sin embargo, hay que leer atentamente la letra pequeña en estos casos porque puede ser que al año se empiece a cobrar sin un aviso previo porque estaba incluido en el contrato.