La mudanza a una casa nueva suele acarrear periodos de estrés y angustia. Ubicar todo en su lugar, etiquetar las cajas, estar al tanto de que tirar y qué no, dar de alta los suministros de luz y gas, etc., hace que más de uno vea este procedimiento como un engorro del que nunca se ve el fin. Si estás es ese momento o tienes en mente hacer el cambio próximamente, sigue estas recomendaciones para realizar la una mudanza rápida y segura posible.

Te damos unos consejos para saber cómo hacerlo

Sigues estos consejos para que tu mudanza sea más fácil y no pierdas más tiempo del necesario.

● Ejecuta un plan de elaboración

Una mudanza adecuada siempre comienza por un trámite de preparación que te permita gestionar el tiempo de la manera más eficaz posible.

De esta forma, establece las horas y días en los que vas a proceder con la limpieza, los que vas a destinar al empaquetado y los que vas a utilizar para ponerte en contacto con las compañías de los suministros de luz, agua e internet.

● Descarta de todo lo que no necesites

Para gestionar una mudanza con agilidad, una cosa primordial es la distribución y esto involucra hacer una limpieza antes de empezar.

Suprime todo lo que solo va a invadir espacio innecesario y conserva lo básico e imprescindible. Teniendo en cuenta que algunas empresas de mudanzas establecen la facturación en uso al peso de los muebles que se transportan, este es uno de los motivos por lo existen cosas que no debes incluir en tu mudanza.

● Transporta tú mismo los objetos frágiles

Deja que la empresa de mudanzas se encargue de llevar los artículos más pesados y llévate tú mismo en el coche los más delicados o que tengan un gran valor sentimental.

También puedes llevar en tu coche un set de los productos básicos para los primeros días en el hogar (comida, productos para el aseo, algo de ropa, etc.) De esta forma, conseguirás más tiempo y reducirán el coste.

● Adelantate a los suministros básicos

Averigua si hay que gestionar el alta de los suministros o vale con un cambio de titular de luz y/o gas. Lo mismo pasa con el internet de la vivienda, puede que baste con un cambio de nombre o por el contrario hacer un nuevo contrato de la línea de adsl o de fibra óptica.

En función de dónde esté situado el domicilio, en el caso de las telecomunicaciones, la conexión y la infraestructura de la línea varía. Para ello, lo óptimo es comparar entre las distintas ofertas que hay en el mercado y contratar la que mejor se ajuste a la ubicación, propiedades de la vivienda y al consumo.

Una vez decidida la tarifa, gestiona con la compañía el día y hora para que acudan a realizar toda la instalación.